siempre admiré a los decididos.
no hay nada más peligroso que un decidido, ni otro momento de verdad interesante que aquel en el que ellos hacen y no dicen.
los decididos se mantienen vivos fingiendo que al resto le importa que ellos respiren. 
son una fuerza poderosa entre las piernas. y son las piernas de todo lo que anda.
cuando emergen o emigran por las manos, los decididos pueden tocar muy alto. incluso al que se ha ido pensando, diciendo, criticando...







2 comentarios:

Noelia dijo...

Dicen que quien no arriesga no gana, será...
Yo también los envidio.

Unknown dijo...

Muy bello

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