entre el nueve y el once hay siete vistas
la más clara rodea el revés de haber vuelto sin
ella
la más temprana
la que tiene una espalda y la que sólo tiene
una espalda construida para que nadie llame a esa puerta
sin derrumbarse de ganas
el camino de las vistas son dominios cardinales
y una ortogonal distancia entre las piernas para que
otro ame o pierda su punto fijo y cervical
desde todas las órbitas ajenas o
desde sus amantes más desorientados
siete vistas y un ciego en los dedos
nueve que en las puertas de esos muros cuando hubo días
estudié por años el oficio de treparlos y sin aviso ni
promesa
mientras ella bailaba
nuevamente me robaron.
7 comentarios:
una gran serie
digna de ser cantada por chico buarque en forma de fado inmenso
Emiliano, gracias. no puedo decirte otra cosa
Mucho OM OM OM, Sr. Emiliano...
Placer leerlo, siempre.
Tengo ganas de llamarme Penélope y que todo, todo, todo me lo escribas a mí.
Muás.
qué grande tu forma de expresar. todo lo que leo es digno de ser musicado y de ser correspondido. adiós penélope.
¡
¡
¡
¡
¡
¡
¡
Dulce y enigmático.
Un encanto.
Abrazo,
Ana.
http://youtu.be/3aF9AJm0RFc
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