agradecidamente cursi


Uma vez eu tive uma ilusão…
Marisa Monte, ilusiones



me deslumbro con cosas inverosímiles, con lejanías y ficciones.

me gusta poder deslumbrarme. permitirme esa sorpresa.

cuando neytiri se encontró con jake, casi empaño los lentes. qué pendejo. te veo le dijo ella, te veo contestó él. pero la verdad es que hacía mucho tiempo que no escuchaba algo tan simple y ajustado. menos aún pensaba encontrarlo ahí, en el centro de la frivolidad y la cursilería.

yo también entro en un cuerpo nuevo cada día que caigo y me levanto. me pinto de azul cuando olvido y aprendo el lomo de los pájaros que no tienen más que un nombre donde planear. subo dos metros de altura para decir te veo y derramo sobre mi cuerpo pleno de paisajes un sentido de luz posible y compartida.

yo crío animales de pandora en mi manos y luego los suelto porque los necesito vivos.

hoy lloré hasta enamorarme de nuevo con marisa monte y la ternura de su adiós. el vuelo simple de una mano que apenas puede dejarse caer junto a los párpados y despedirse siempre de todo. qué blando estoy: no portão marisa. un día te contaré de los siete colgantes que abrazan el jugo vivo de mis manos semanales y me cantarás al oído sólo para que no pueda entender otra parte de mi vida.

mañana podría insistir con preguntas blancas, con el olvido y el festejo, el cine las fiestas y más películas, revelar los sonidos de las esquinas, llorar y leer, reír y amar, correr perdonar, renunciar al vapor imperceptible de mi sudor, dejar tener, callar andar, sanar olvidar, combatir el temblor de una alarma de madrugada, querer algo más que todo, correr y caer, parar volver, perder errar, soñar y seguir.




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